Una docena de activistas se reunieron en el santuario de la Iglesia Episcopal St. Paul 's en Concord el martes por la mañana para anunciar su intención de responder al aumento de aplicación de la ley migratoria durante la administración de Trump.
Los activistas han llamado a este esfuerzo comunidades santuario. Dicen que la idea es menos formal que una decisión de un gobierno municipal; es un grupo de casi una docena de residentes en una región que declaran que harán su mejor esfuerzo para ayudar a los inmigrantes.
“Haremos lo que sea necesario, legal y moral para protegernos a nosotros y a los residentes de New Hampshire”, dijo en inglés el residente de Manchester y activista Philip Kaifer.
“Vigilaremos las redadas de ICE. Las grabaremos. Las reportaremos a los medios estatales y nacionales, así como a las autoridades locales y a las instituciones de nuestras comunidades”.
El término “santuario” tiene una connotación política fuerte. Suele ser utilizado por funcionarios Republicanos para describir a las municipalidades que tienen ordenanzas de bienvenida o políticas policiales justas e imparciales. Desde enero, tanto los gobiernos federales como estatales se han esforzado para tomar medidas en contra de los lugares que llaman “jurisdicciones santuario”, lugares donde la policía local no coopera con ICE.
La legislatura aprobó dos nuevas leyes a finales de mayo que requerían que la policía y los funcionarios locales cooperen con ICE, una que se titulaba “prohibición de santuarios, o “sanctuary ban” en inglés. Poco después, el Departamento de Seguridad Nacional agregó a Hanover y Lebanon a una lista de “jurisdicciones santuario que desafían la ley federal de inmigración” y demandaron que estas cambien sus políticas municipales. Ambas comunidades han sido retiradas de la lista, pero están cambiando sus políticas para alinearse a la ley estatal.
Pero ahora, activistas como Maggie Fogarty están tratando de apropiarse de la palabra “santuario” y el concepto detrás de esta.
“La palabra santuario es sagrada. Es sobre seguridad — es sobre amor y coraje y hablar la verdad de nuestra fe y nuestras creencias”, dijo en inglés. “El estado está aprobando leyes en un esfuerzo de prohibir exactamente lo que la gente necesita hacer ahora, entonces orgullosamente nos apoderamos de la palabra por todos sus conceptos sagrados”.
La reunión del martes captó la atención de la gobernadora Kelly Ayotte, quien ha expresado el apoyo de la deportación de personas que llama “criminales peligrosos” desde que fue elegida.
“En New Hampshire no se tolerarán amenazas a las fuerzas del orden ni intentos de obstruirlas. No somos un santuario para delincuentes que han entrado ilegalmente a este país, y la ley que firmé a principios de este año lo refuerza. Si interrumpen la actividad de las fuerzas del orden, serán procesados”, declaró en un comunicado emitido durante la reunión.
“Haremos cumplir nuestras leyes y cooperaremos con las fuerzas del orden federales para mantener a los criminales peligrosos fuera de nuestras comunidades”.
Hasta ahora, varios individuos han declarado ocho comunidades santuario regionales en New Hampshire y los activistas dicen que están respondiendo preguntas de personas en otros estados que están interesadas en comenzar su propia comunidad.
Traducción de María Aguirre