Escrito originalmente en inglés por Todd Bookman, traducción de María Aguirre
El plan de New Hampshire de aumentar las patrullas y la vigilancia en la frontera con Canadá está siendo celebrado por políticos Republicanos. Pero, los activistas de derechos de inmigrantes y libertades civiles están alarmados de que una expansión de poder policial ocurra aunque haya una escasez de datos que respalden las afirmaciones que migrantes estén cruzando las fronteras internacionales del estado.
El gobernador Chris Sununu y el fiscal general John Formella publicaron detalles del Northern Border Alliance Task Force (Grupo de Trabajo de la Alianza de la Frontera Norte) a mediados de octubre. El esfuerzo de $1.4 millones incluye la compra de equipo no especificado y aumento de patrullas policiales en las 25 millas de la frontera. Los funcionarios estatales también están brindando poder a la policía local y estatal de detener temporalmente a migrantes sospechosos que crucen la frontera sin los debidos documentos.
La medida se dio después de que los funcionarios de U.S. Customs and Border Protection (Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU.) dijeran que han visto un aumento de cruces en la región, aunque ni los funcionarios federales o estatales han compartido cifras fuertes sobre la tasa de cruces en la porción que tiene New Hampshire en la frontera internacional.
Sebastian Fuentes, con el grupo defensor Rights and Democracy, dijo que la nueva medida era un poco más de política performativa en vísperas de la elección del próximo año.
“Nadie ha podido mostrar ningún número, ni ningún tipo de dato, para validar estos comentarios”, dijo Fuentes, quien vive en Thornton.
La ACLU de New Hampshire ha demandado a la Patrulla Fronteriza sobre la publicación de datos estatales de los cruces ilegales. El viernes, el grupo de libertades civiles también criticó al equipo del gobernador y al departamento de seguridad de New Hampshire por apoyar este esfuerzo sin tener evidencia fuerte de por qué se necesita.
Frank Knaack, el director de políticas del grupo, lo caracterizó como parte de un esfuerzo para “expandir el poder policial y vigilancia dentro del Granite State bajo el pretexto de una ‘crisis’ en la frontera”.
El nuevo grupo de trabajo fue financiado en el último presupuesto estatal de dos años. El dinero, según Formella, cubrirá el costo de las 10,000 horas adicionales de patrullas de la policía local y estatal cerca de la frontera internacional.
El departamento de justicia también está proponiendo nuevas reglas para permitir a estos oficiales “cooperar con los agentes federales encargados de hacer cumplir la ley en la prevención y detección de delitos y la captura de delincuentes, incluidos aquellos que han cometido delitos federales relacionados con la inmigración”. En la práctica, esto permitiría que los oficiales temporalmente detengan a migrantes sospechosos que entren al país ilegalmente y reportar a estas personas a los funcionarios de la Patrulla Fronteriza.
Mientras los funcionarios estatales y federales no han especificado cuántos cruces se han dado en la frontera en New Hampshire, la Patrulla Fronteriza publicó estadísticas que documentan un aumento en interacciones con migrantes sospechosos en la región, incluyendo a New York, Vermont y New Hampshire. Los agentes de la frontera han reportado casi 7,000 interacciones en la región en los pasados 12 meses, más que los 1,095 encuentros con migrantes sospechosos en los 12 meses anteriores, según los datos de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU.
Las autoridades federales han anunciado dos casos sospechosos de tráfico de personas en la frontera de New Hampshire en 2023. En una, este 10 de julio, las personas fueron detenidas en Pittsburg — nueve personas que alegadamente entraron al país de manera ilegal, y un hombre acusado de facilitar ese cruce. En septiembre, cuatro personas más acusadas de entrada ilegal fueron arrestadas en Stewartstown, dentro de un vehículo que fue visto primero en Vermont, según documentos de la corte.
En una conferencia de prensa anunciando el nuevo comando, Sununu criticó la administración de Biden y la delegación del congreso del estado — todos Demócratas — por falta de acción en la seguridad de frontera.
"No podemos esperar, y no lo haremos", dijo Sununu. "Vamos a hacer lo que sea para asegurar que estemos brindando los recursos necesarios y seguridad para nuestros ciudadanos".
En los recientes meses, la frontera norte se ha convertido en una parada regular para los políticos Republicanos que buscan ser reelegidos, incluyendo a los esperanzados a puestos presidenciales y gubernamentales. A comienzos del verano, la senadora Jeanne Shaheen también se reunió con un equipo de cumplimiento de ley local en Pittsburg.
En una declaración, el vocero de Shaheen criticó las afirmaciones de Sununu sobre la falta de acción de los Demócratas, resaltando que ella ha estado luchando por el problema desde que ella fue gobernadora, y ha apoyado por más fondos en la patrulla como senadora nacional.
