Suze Mika Domond habla varios idiomas, pero dice que su inglés necesita pulirse. Ella es de Haití y es parte de la clase de inglés nivel intermedio que se reúne todos los miércoles en el Instituto Internacional de New England. Ella dice que tomar clases con su profesora Caroline Edwards ha ayudado en su confianza y habilidades para hablar.
“Sé que en mi cabeza tengo todo en inglés”, dice ella en inglés. “Pero cuando hablo, es diferente”.
Varios de los otros estudiantes dicen que sienten lo mismo sobre la clase híbrida de inglés. Dicen que el idioma es útil para sus actividades del día a día, y que se han esforzado mucho para mejorar su habilidades.
Hay alrededor de 350 estudiantes inscritos en las clases de inglés alrededor de la ciudad, pero mientras la demanda por las clases de inglés aumenta en Manchester, se está haciendo más difícil conseguir un cupo en clases como las que toma Domond.
Algunos programas enfrentan desafíos con fondos y personal, lo que resulta en listas de espera que toman meses para personas entusiasmadas por aprender inglés. Los proveedores dicen que el inglés es una parte esencial de vivir en EE.UU., y que las largas listas de espera dificultan que las personas que no hablan inglés se involucren en sus comunidades.
Por ejemplo, el Director asociado de Manchester, Joe Gilbert, dice que el Instituto Internacional de New England sirvió a alrededor de 300 estudiantes el año pasado, pero han tenido casi 200 personas esperando un cupo durante los pasados meses.
“Últimamente, la demanda se ha disparado y no podemos satisfacerla en términos de nuestra capacidad”, dijo en inglés.
Él dice que la principal prioridad del instituto es reubicar a los refugiados, lo cual requiere inscribirse en una clase de inglés. Por esto, el Instituto Internacional prioriza los cupos de los estudiantes refugiados mientras que los miembros de la comunidad que quieren aprender inglés tienen que ponerse en la fila.
Es probable que la demanda siga creciendo en Manchester. El número de residentes que nacen en el extranjero en New Hampshire se ha duplicado durante la pasada década, especialmente en ciudades como Manchester.
Habían alrededor de 87,000 residentes nacidos en el extranjero en New Hampshire, según estimaciones del censo. Esto es más de los 40,000 que habían en 2021, y más de la mitad. En Manchester, esto creció en casi 1,800 personas durante el mismo periodo de tiempo.
Estas clases, dice Gilbert, son esenciales para ayudar a los estudiantes a obtener un trabajo e involucrarse en su nueva ciudad.
“Creo que nuestros estudiantes son personas que quieren trabajar. Ellos quieren aprender. Ellos quieren involucrarse en las comunidades”, dijo.
El Instituto Internacional es parte del nuevo grupo de proveedores de ESOL (Inglés para estudiantes hablantes de otros idiomas) en Manchester que se reúne mensualmente en el Centro para Nuevos Americanos en la Universidad de Southern New Hampshire. Este grupo está tratando de reducir las listas de espera, compartir recursos y servir mejor a sus clientes.
“Navegar las opciones que los estudiantes tienen actualmente es muy difícil”, dijo en inglés Courtney Perron, quien lidera la coalición.
Perron dice que los estudiantes suelen preguntarse sobre la disponibilidad de clases, costos, ubicación, para saber si se acoplan a sus horarios de dos o tres trabajos.
Para ayudar a las personas a resolver esto, la coalición está construyendo una página web que le mostrará a los estudiantes interesados los programas que podrían tener cupos disponibles o listas de espera más cortas, y así incentivarlos a inscribirse.
La coalición espera publicar la página web en febrero, con una lista centralizada de recursos, y así esperan ayudar a más estudiantes a conseguir clases de inglés.
“El valor que un nuevo americano aporta a esta comunidad en particular es muy amplio y tiene un gran impacto”, dijo.
“Todo lo que tenemos que hacer es abrir esa puerta hacia el idioma”.