© 2024 New Hampshire Public Radio

Persons with disabilities who need assistance accessing NHPR's FCC public files, please contact us at publicfile@nhpr.org.
Play Live Radio
Next Up:
0:00
0:00
0:00 0:00
Available On Air Stations
Donate now and you could win a MacBook Pro!

PFAS dentro y fuera: Cómo las aguas residuales en Manchester son una vía a la contaminación

Part of the Merrimack River in Manchedster, N.H.
Gaby Lozada
/
NHPR
El río Merrimack en Manchester, N.H.

Este artículo fue escrito originalmente por Mara Hoplamazian. Traducido por Maria Aguirre. 

Cuando los desechos se arrojan por el inodoro o se canalizan fuera de las instalaciones industriales en Manchester, Londonderry, Bedford y Goffstown, terminan en una planta de aguas residuales cerca del aeropuerto regional Manchester-Boston.

Allí, un colador retira los palos y suciedades. Los sólidos se ubican en el fondo de una cámara para ser arrojados a un vertedero o quemados, y unas bacterias especiales se alimentan de la materia orgánica flotante. El agua se clora y luego se declora. Después, se vierte al río Merrimack, una fuente de agua potable para unas 700,000 personas.

Junto con esto, flotan los químicos PFAS, según varios años de evaluación voluntaria que la ciudad ha realizado sobre los niveles de cuatro de esos productos químicos artificiales en sus efluentes. Aquellos químicos están presentes en una variedad de productos de consumo y en operaciones industriales. Hay investigaciones que demuestran que están vinculados a varias amenazas para la salud, incluyendo tipos de cáncer.

La planta de tratamiento de aguas residuales de Manchester necesita un nuevo permiso de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). El permiso “National Pollutant Discharge Elimination System” (“Sistema Nacional de Eliminación de Descargas Contaminantes”), abreviado en NPDES, permite a la planta descargar aguas residuales en el río.

Los reguladores federales presentaron un borrador del permiso este año, y un periodo de comentario público sobre ese permiso terminó en junio. Pero los defensores dicen que las regulaciones del permiso no toman las medidas necesarias para protegerse de los productos químicos PFAS que fluyen hacia el Merrimack.

Read this story in English here

“Los reguladores están jugando a ponerse al día con este problema de los PFAS. Están descubriendo que el problema de los PFAS es mucho mayor de lo que anticiparon”, dijo Tom Irwin, vicepresidente de la Conservation Law Foundation, que se enfoca en New Hampshire.

El grupo de Irwin le pidió a la EPA incluir limitaciones más estrictas en el permiso acerca de los PFAS que salen de la planta, al igual que los PFAS que vienen a la planta desde instalaciones industriales. También le pidieron a los reguladores federales tomar seriamente las consideraciones de justicia ambiental, señalando que dos áreas del censo cercanas a la planta de tratamiento ya están sobrecargadas por la contaminación ambiental.

La ciudad de Manchester rechazó la solicitud de comentario para este reportaje.

El equipo de Irwin le pidió a los reguladores organizar una audiencia pública sobre el permiso. Pero en julio, la EPA le dijo a NHPR que no planeaban hacer eso, diciendo que ellos “no creían que había interés sustancial”.

Los reguladores federales dijeron que siguen evaluando los comentarios que recibieron acerca del permiso del borrador.

Cómo llegan los PFAS a las aguas residuales

En la planta de tratamiento de aguas residuales de Manchester, como otras en el estado, los químicos PFAS que están ampliamente presentes en el ambiente, se recogen y se transforman. Aunque el proceso de tratamiento no lleva a los PFAS al agua, sí parece cambiar los químicos, según Ellen Weitzler, una supervisora de permisos para el agua con la EPA.

“No todos los compuestos se mantienen intactos durante el proceso de tratamiento”, dijo. Esto significa a veces que los niveles de los PFAS en las aguas residuales que vienen de la planta son mayores que los niveles de las aguas residuales que entran a la planta.

Esta es una de las razones por la que es difícil medir de dónde proviene la mayor parte de los PFAS que salen de la planta.

Pero la planta de Manchester está tratando el agua residual de una variedad de industrias que están conectadas al uso de PFAS, según los comentarios presentados por la Conservation Law Foundation en respuesta al borrador del permiso.

La planta recibe alrededor de 285,000 galones de agua residual al día de la Nylon Corporation of America, más decenas de miles de galones de otras compañías como Velcro USA, Prysmian Cables & Systems, E&R Cleaners, Catholic Medical Center, y otras compañías, servicios de limpieza y hospitales.

El líquido que surge de los vertederos, conocido como lixiviado, también es procesado en la planta de Manchester. El vertedero municipal de Manchester, ya cerrado, y el vertedero en funcionamiento North Country Environmental Services en Bethlehem, envían lixiviado a la planta. En pruebas realizadas entre 2019 y 2023, los PFAS fueron constantemente encontrados en el lixiviado que salía del vertedero de Manchester.

El vertedero de Bethlehem, de Casella Waste Systems, empezó a enviar lixiviado a Manchester en 2024, enviando casi medio millón de galones en febrero. Ese vertedero ha acumulado cientos de violaciones vinculadas a su manejo de lixiviado y han fallado en reportar incidentes, según reguladores estatales. Las pruebas de febrero 2024 muestran altos niveles de químicos PFAS en el lixiviado del vertedero de Bethlehem.

Incluído en los anexos a los comentarios de la Conservation Law Foundation, estaba un correo electrónico de abril de Clark James de Casella Waste Systems.

Él le pedía a la División de Protección Ambiental de Manchester presentar otro permiso temporal para la eliminación de lixiviados, afirmando que el clima húmedo, los proyectos de construcción de vertederos y la falta de espacio en las instalaciones de aguas residuales en Concord crearon una "necesidad urgente".

“Reconozco que este es un tema delicado para la ciudad dado el escrutinio de las operaciones de la planta de tratamiento de aguas residuales”, escribió, “pero espero que podamos trabajar juntos para ayudar a cubrir el déficit inmediato de capacidad hasta que tengamos tiempo de discutir y desarrollar un plan de plazo más largo que aborde las preocupaciones de la Ciudad sobre el tratamiento de contaminantes emergentes”.

El representante de Casella,Jeff Weld, dijo en un correo que la compañía está actualmente evaluando un método para retirar los PFAS del lixiviado en su vertedero en Coventry, Vermont. (Este proyecto comenzó por requisitos de reguladores estatales). La compañía, dijo Weld, aún está decidiendo si es posible y necesario implementar sistemas de eliminación en otras instalaciones.

“Por último, hay muchas fuentes puntuales para los químicos PFAS que están entrando en plantas de tratamiento de aguas residuales cada día y la responsabilidad de eliminarlos de la sociedad depende de los productores de dichos químicos, no con los recibidores pasivos como vertederos y plantas de tratamiento de aguas residuales”, dijo, resaltando que la compañía “estaba comprometida a poner de su parte”.

Los abogados de la Conservation Law Foundation dicen que la contaminación de los PFAS de la planta de aguas residuales que llegan al río Merrimack afecta desproporcionadamente a las comunidades de color y a las comunidades de bajos ingresos. La planta quema lodos – los sólidos que se sedimentan de las aguas residuales – en un incinerador.

Los abogados dicen que las personas que viven cerca de la planta, en áreas del censo que ya están sobrecargadas de la contaminación ambiental, están respirando aire que puede ser contaminado por emisiones del incinerador de la instalación. Además, dicen que los PFAS, que no se desintegran fácilmente en el ambiente, son propensos a llegar al agua potable de las comunidades que se encuentran río abajo.

“A pesar de que se sabe que están recibiendo PFAS en el afluente y que descargan PFAS al río Merrimack desde al menos 2019, la planta de Manchester no tiene procesos de tratamiento para eliminar PFAS y no ha implementado medidas de reducción en la fuente para reducir los PFAS que ingresan a la planta”, dijo CLF en sus comentarios.

Reducir los PFAS en las aguas residuales 

Desde que el último permiso NPDES de Manchester fue presentado en 2015, los reguladores federales han estado canalizando energía enfocada hacia la contaminación por PFAS.

La Agencia de Protección Ambiental adoptó una estrategia sobre PFAS en 2021, el cual incluye restringir la cantidad de PFAS que las instalaciones industriales pueden descargar y utilizar el proceso de permisos NPDES para “reducir las descargas de PFAS en las vías fluviales”.

Pero actualmente, dicha medida de acción implica principalmente el monitoreo de las descargas de PFAS. La EPA no ha asignado límites números para los PFAS en dichos permisos, según Lynne Jennings, quien maneja los permisos NPDES para la EPA en el noreste, aunque los estados que manejan sus propios permisos de aguas residuales sí tengan sus límites de PFAS.

La Agencia de Control de Contaminación de Minnesota anunció que estaban instituyendo límites de PFAS para la planta de agua residuales de 3M en junio.

“Es una evolución”, dijo Jennings. “Y creo que eventualmente llegaremos al punto de incluir requisitos en los propios permisos”.

Los reguladores federales dicen que ellos aún no tienen suficientes datos para crear dichos requisitos – un método para monitorear los PFAS en las plantas de tratamiento de aguas residuales fue aprobado este año.

Y para los municipios, que generalmente no son la fuente de la contaminación por PFAS sino simplemente el conducto, la mayor parte del trabajo inicial probablemente se centrará en fuentes industriales que utilizan y eliminan PFAS.

“Creo que el primer enfoque debe ser en la parte del pretratamiento”, dijo Jennings. “Encontrar dónde están tus más grande contribuyentes y restringirlos”.

Los funcionarios de la ciudad de Manchester tienen la autoridad de establecer requisitos pre-tratamiento para cada instalación industrial que envía aguas residuales a través de la planta. Aquellas guías son basadas en regulaciones federales, pero los funcionarios de la ciudad también puede establecer normas adicionales.

En un correo de febrero 2024, un abogado representando a la ciudad de Manchester le dijo a la Conservation Law Foundation que no ha habido comunicación oficial entre la División de Protección Ambiental de Manchester y los usuarios industriales de la instalación de tratamiento de aguas residuales sobre los PFAS.

Los abogados con la Conservation Law Foundation le están pidiendo a los reguladores federales que requieran que la ciudad implemente medidas para reducir los PFAS que vienen de las instalaciones industriales, y que prohíban a la instalación aceptar lixiviados de vertederos que no hayan sido tratados para eliminar PFAS.

Irwin, con la Conservation Law Foundation, dice que los reguladores deberían ver el panorama completo de la contaminación en Manchester y tomar a las comunidades río abajo en consideración para emitir el nuevo permiso.

“Si el gobierno federal está realmente comprometido en promover la justicia ambiental y revertir las injusticias ambientales históricas, necesita deliberadamente considerar los impactos de la justicia ambiental, aprender sobre la comunidad y los impactos ambientales y de salud que enfrenta, y luego permitir que esa información influya en sus decisiones”, dijo.

Mara Hoplamazian reports on climate change, energy, and the environment for NHPR.
Related Content

You make NHPR possible.

NHPR is nonprofit and independent. We rely on readers like you to support the local, national, and international coverage on this website. Your support makes this news available to everyone.

Give today. A monthly donation of $5 makes a real difference.