El Comité de planificación de Nashua rechazó la propuesta de Newport Construction Corporation de construir una planta de asfalto. Esta decisión se tomó el jueves por la noche después de una reunión de cuatro horas.
El sitio propuesto está a una milla del centro de Nashua en Temple Street, en el corazón de un área residencial con iglesias, escuelas, donde viven comunidades de bajos ingresos, negras, Latinas, entre otras. LaLa zonificación de la ciudad permite este tipo de desarrollo industrial en este barrio. Cerca, hay un centro de reciclaje y una empresa de granito y grava.
El comité de planificación ha discutido la planta de asfalto propuesta durante aproximadamente un año. En reuniones anteriores, el solicitante y activistas ambientales presentaron estudios de tráfico, contaminación y sonido. En la noche de la votación final de la junta, estos estudios fueron un tema de discusión.
John Naso, un residente de Nashua, dijo que se oponía firmemente a la planta de asfalto, por temor a la interrupción de su vecindario pacífico y la posible liberación de contaminantes peligrosos.
“Un hombre tiene derecho a hacer lo que quiera con esta propiedad, pero no puede tomar nuestro aire; no pueden tomar nuestro aire”, dijo Naso.
Los residentes y defensores también expresaron serias dudas sobre el compromiso de la empresa con la responsabilidad ambiental.
“El estudio [de Newport] muestra los efectos de solo unos pocos contaminantes potenciales”, dijo Robert Feder, residente de Hollis. “Pero hay muchos otros contaminantes que no se abordaron; muchos de estos causan cáncer”.
Durante la reunión del jueves, Amy Manzelli, abogada de BCM Environmental and Land Law, dijo que el estudio de Newport no muestra el impacto negativo de una planta de asfalto en dicho lugar. También dijo que esto podría dificultar más las cosas para los miembros de la junta de planificación.
“Los datos del solicitante parecen diseñados para ser difíciles de interpretar”, dijo Manzelli. “El solicitante tuvo tiempo suficiente para crear un registro que respalde una aprobación, pero no lo ha hecho.
Según Census Reporter, el sitio propuesto se encuentra en un vecindario con una población que es aproximadamente 30% hispana y tiene un ingreso familiar promedio de $48,813 -- esta cifra es significativamente más baja que el promedio de Nashua. Los activistas han compartido su preocupación de que podría ser un desafío para esta comunidad acceder a la información sobre la propuesta debido a las barreras del idioma, lo que limita su capacidad para abogar por sí mismos.
Después de que una docena de residentes testificaran en contra, instando al comité a rechazar la propuesta, el abogado de Newport, Andrew Prolman, respondió que la compañía tiene un fuerte compromiso de cumplir con las leyes ambientales de New Hampshire, aunque dijo que no estaban de acuerdo con el nivel de detalle de parte del monitoreo químico requerido por la ciudad.
Prolman también dijo que la planta no tendría un impacto negativo significativo en los negocios del vecindario ni en el valor de las propiedades. Dijo que otras plantas de Newport en Londonderry y en Massachusetts habían ayudado a esas economías locales.
“[Las plantas de asfalto] no han afectado los valores reales de casas, viviendas unifamiliares y condominios”, dijo Prolman.
Prolman enfatizó que Newport ya tiene desarrollos en el área, incluso antes de que la ciudad publicara su plan maestro para la revitalización del área. En todas las reuniones públicas, el principal argumento de la empresa ha sido que la zonificación permite esta planta.
Después de que ambas partes presentaron sus casos, Adam Varley, uno de los miembros de la Junta de Planificación, dijo que la junta consideró cuidadosamente los argumentos presentados por Newport Construction Corporation y que estaban considerando cuatro criterios para votar: consistencia con el plan maestro, impactos ambientales, circulación y convivencia con el medio ambiente.
El concejal Dereck Thibeault dijo que la propuesta de la planta destaca los desequilibrios de poder dentro de la comunidad. Dijo que la votación debería considerar a personas de comunidades de bajos ingresos y comunidades de color que tal vez no hablen inglés y que hayan enfrentado obstáculos para obtener información directa sobre la propuesta.
Finalmente, la junta votó por unanimidad para no permitir la construcción.
Después de la votación, la gente se abrazó y celebró que la comunidad se uniera.
“Los esfuerzos colectivos y el activismo de los ciudadanos de Temple Street han demostrado que sus voces pueden ser escuchadas y sus preocupaciones tomadas en serio”, dijo Jessica Hägg, directora del Centro Comunitario de Arlington ubicado a pocas cuadras del sitio.
Tim Sennott, que vive cerca del sitio propuesto, dijo que estaba agradecido con las personas que vinieron de fuera de la comunidad para defender su vecindario, personas con las que rara vez estaba de acuerdo.
“Creo que eso ilustra lo unida que estaba Nashua en general contra esto”, dijo Sennott.
Alicia Gregg, representante de Nashua del distrito de Temple Street, dijo que esta es una victoria para las comunidades de color.
“Tenemos que entender que incluso las voces más bajas son muy importantes”, dijo Gregg.
Pero Heidi Trimarco, abogada de la Conservation Law Foundation, un grupo que defendió a las personas que no hablan inglés en reuniones anteriores, dijo que se necesita hacer más. Ella dijo que si bien la votación del jueves fue una victoria significativa, New Hampshire necesita una ley integral de justicia ambiental y debe hacerse cumplir.
Sin ella, dice, algunas comunidades seguirán siendo vulnerables a daños ambientales desproporcionados.
