Cosme Neles llegó a Estados Unidos desde su natal Brasil cruzando la frontera con México. Vive en New Hampshire desde hace 23 años y aunque llegó como inmigrante indocumentado, ahora es ciudadano estadounidense. Él dice que su experiencia en aquellos tiempos difíciles lo anima a apoyar a los recién llegados con información sobre cómo acceder a asistencia legal, vivienda, servicios de salud y más.
Pero recientemente, su ayuda no se ha limitado a la gente de New Hampshire.
Desde que Florida aprobó un proyecto de ley respaldado por los Republicanos que, entre algunas cosas,aumenta los requisitos para que las empresas verifiquen el estado migratorio de los trabajadores y obliga a los hospitales a recopilar información sobre si los pacientes viven legalmente en los EE. UU., Neles también ha recibido llamadas de ayuda de personas de dicho estado.
Algunos se preguntan qué tan difícil es la vida para los inmigrantes indocumentados en New Hampshire. Neles les dice que si planean mudarse, no podrán obtener una licencia de conducir aquí, pero que el estado no exige que las empresas usen E-Verify, un sistema para verificar el estado migratorio de los trabajadores. El año pasado se propuso un proyecto de ley para obligar su uso en la Cámara de Representantes de New Hampshire, pero no fue aprobado.
“Las personas solo pueden tener éxito si obtienen información veraz sobre el lugar al que quieren ir”, dijo Neles. “La desinformación es un gran problema en mi comunidad”.
Neles siente pena por las personas que, por temor a la deportación, podrían tener que vender sus casas y dejar la vida que han construido en Florida. Con él, otros Latinos en Nashua temen que algo similar pueda suceder en un estado como New Hampshire.
Giancarlo Martinez es de República Dominicana; trabaja en una barbería local. Se mudó hace años de Nueva York, como lo han hecho muchos de sus colegas, buscando en New Hampshire más oportunidades de empleo. Él dice que encontrar un lugar estable al que llamar hogar es vital para el éxito.
Martinez está molesto porque algunos legisladores de New Hampshire están tratando de aprobar un proyecto de ley que haría ilegal que la policía no reporte un encuentro con una persona indocumentada. La semana pasada, el Comité de Gobierno Municipal y del Condado de la Cámara estaba estancado, 10 a 10 votos, sobre si recomendar que la Cámara en pleno elimine el proyecto de ley.
Martinez dice que ese tipo de leyes solo fomenta sentimientos antiinmigrantes.
“No pueden deportar a todos”, dijo. “Esto también pasará; se trata de intereses políticos”.

Jorge Gonzales y Karine Iturvide hacen una pausa en su ajetreado día para encontrar una bodega local para comer algo. Ella es de México, y él es de El Salvador; ambos dicen que les gusta vivir en New Hampshire por que consideran que es un estado muy seguro.
Gonzales, que trabaja en la construcción, dice que si la gente quiere mudarse de Florida en este momento, podría encontrar trabajo en su campo, pero “aquí todo es caro, especialmente el alquiler”, dice.
Además de la nueva ley de inmigración en Florida, les preocupan los cambios recientes en las políticas federales para desalentar la inmigración indocumentada en la frontera mexicana y evitar un aumento en el número de personas que buscan asilo. A ella le gustaria que fuera más fácil emigrar a los EE.UU.
“Vine a Estados Unidos porque me sentía insegura en mi pueblo [en México]”, dijo Iturvide. Ella espera que las personas que quizás tengan que huir de sus ciudades encuentren otros lugares seguros como lo hizo ella.
