En el libro “Property of the Revolution”/"Propiedad de la Revolución: De un barrio cubano a un pueblo industrial de New Hampshire", la autora Ana Hebra Flaster cuenta la historia personal de su familia saliendo de Cuba para refugiarse en Estados Unidos.
You can read the English version of this story here.
Nuestra productora María conversó con ella sobre la inspiración detrás de este libro, y por qué es tan importante esta historia en el momento político actual.
Hebra Flaster presentará su libro en la Biblioteca Pública de Moultonborough el 26 de junio. Regístrate aquí.
Lo que sigue es la transcripción de la entrevista:
¿Qué te inspiró a escribir el libro?
Creo que siempre tuve esa inspiración de contar lo que nos pasó. Tengo una memoria de esa etapa de mi vida. Estaba dibujando mapas para mi abuela, era una de las cosas que podía hacer para animarla, porque cuando llegamos, en primer lugar estaba nevando como loco, y ella estaba muy deprimida. Ella nunca quiso venir. Vino por obligación para cuidarnos a nosotros, sabiendo que los adultos iban a estar trabajando. Ella lo que quería era quedarse a cuidar a su papá y a su hermano.
Yo le dibujaba el mapa del barrio de Juanelo y ella se ponía tan contenta y me corregía y me decía, "No, Pancha vivía por acá … La bodega de Antonio estaba por allá". Pero en una de esas sesiones, entró mami y me dijo: "Anita, a lo mejor un día tú vas a escribir un libro sobre lo que nos pasó". Y cuando empecé a escribir el libro, me acordé de eso … Creo que fue como un pedido que me hizo mami, siempre estuvo dentro y ha sido un placer hasta cierto punto, aunque muy difícil, poder captar esa historia y cumplir esa meta.
¿Qué tan importantes fueron las figuras femeninas fuertes de tu vida en tu desarrollo personal y profesional?
Una inspiración … todavía diariamente pienso en ellas. Eran mi mamá, mi tía y mi abuela. Mi abuela parecía ser muy débil porque estaba muy deprimida, pero [por] dentro, ella tenía mucha fe. Y eso siempre es importante. Ese es uno de los regalos que ella me dio a mí. Me ayudó con mi fe.
Mi tía … cuando ella veía algo que quería … y casi siempre tenía que ver con educación, se dedicaba a eso completamente y tenía una mente muy fija en cómo adquirir la meta.
Y mi mamá. Nunca he conocido a nadie, así [que hable] sin pelos en la lengua, que decía la verdad. Quería a la gente mucho. Tenía una valentía increíble. Durante la revolución y después de la revolución aquí en Estados Unidos. Y todas querían a la familia, era lo central para ellas.
Una parte importante de tus memorias es cómo te criaste en Nashua con tus primos hermanos a comienzos de los setentas. Cuentas que eras casi la única familia latina en el área. Ahora Nashua ya es mucho más diversa. ¿Qué te parecen estos cambios?
Me encanta. Cuando nosotros estábamos aquí, éramos unas cuantas familias cubanas. Creo que cuatro o tres. Había una comunidad pequeña dominicana. Algunos puertorriqueños, una familia mexicana, creo, y todos nos conocíamos porque cuando uno iba al supermercado, si oía a alguien hablando español o al banco, enseguida mis padres iban corriendo para conocerlos, para tratar de formar amistades. Y uno necesita. Cuando uno es nuevo en un sitio, necesita una comunidad y un sabor a nuestra cultura y el idioma. Aunque los acentos eran distintos, para ellos era lo clave.
Al final de la memoria, tú reflexionas que tu generación ahora son "los viejos". Estamos viendo que está creciendo una generación de jóvenes que son segunda generación o vinieron más jóvenes que tú, o a lo mejor no tienen ninguna memoria de su país, de su herencia. ¿Tienes algún consejo para ellos?
Sí. Yo sé que a veces el ser diferente aquí, uno quiere como tapar eso. Y les aconsejo que no lo hagan, que investiguen y que empiecen con los mayores de la familia que tienen un tesoro de cuentos que contarles, que los ayudarán a vivir una vivir una vida mejor, una vida más rica … La vida nos va a traer muchas cosas difíciles y también muchas cosas bellas, pero la oportunidad de entender quiénes somos y quiénes fuimos viene a través de esas personas mayores.
En el tiempo que vivimos, ¿qué lección o qué lecciones pueden dejar estas historias como la tuya?
Quiero que la gente comprenda mejor la experiencia de los inmigrantes para que vean lo que cuesta llegar aquí y lo que cuesta triunfar aquí. Cuidar a tu familia, mantenerse juntos, mantener las dos culturas, respetar una, respetar la otra, mantener conexiones y ayudar a la familia que se queda atrás y. Y entonces también dentro de la comunidad de inmigrantes entender que hay muchos tesoros dentro de esa experiencia.
Pueden adquirir el libro en la página web de Ana.
Escucha una versión en inglés de esta entrevista, aquí.