Dicen que se necesita una aldea entera para criar a un niño, pero para muchos nuevos inmigrantes y padres estadounidenses, que podrían estar lejos de sus amigos y familiares, puede ser difícil encontrar ese apoyo.
La semana pasada, United Way of Greater Nashua organizó un baby shower comunitario que reunió a madres embarazadas, padres y familias con niños pequeños. Liz Fitzgerald, directora de impacto comunitario de United Way of Greater Nashua, dice que la organización quiere ayudar a las familias que quizás se sientan solas mientras se preparan para la paternidad.
“Queremos hacerles saber que la comunidad también está celebrando la llegada de su hijo”, dijo.
La celebración el miércoles pasado comenzó con 79 familias que esperaban con entusiasmo que los voluntarios llamaran sus nombres para elegir un regalo de una rifa. Había asientos de seguridad para automóviles, cunas, cochecitos para el bebé y más. Todos fueron donados por personas y empresas privadas de la comunidad.
La organización sin fines de lucro se asoció con Greater Nashua Smart Start Coalition, que se enfoca en familias jóvenes con niños desde el nacimiento hasta los 8 años. Su objetivo es construir familias más fuertes y un sistema de atención a través de otras agencias.
“Podemos ayudar a construir conexiones, no solo entre las agencias y ellos, sino también entre los padres antes de que sus hijos lleguen al jardín de infantes”, dijo Fitzgerald.

Tocando una campana, una voluntaria de United Way llamó a Talita Sonsini, originaria de Brasil. Ella gritó con entusiasmo y luego eligió una silla para alimentar a su hija y libros para bebés. Un intérprete del departamento de salud de Nashua tradujo para ella.
“Nunca imaginé vivir esto; es un placer recibir este regalo”, dijo mientras las otras madres la vitoreaban.
Mientras unos padres disfrutaban del buen clima, conociéndose entre ellos y comiendo las hamburguesas que preparaba el círculo de padres, otros visitaban los puestos de recursos.
El Hospital St. Joseph y el departamento de salud de Nashua trajeron sus clínicas móviles. Las madres podían escuchar los latidos del corazón de sus hijos u obtener pruebas gratuitas de detección de plomo, chequeos de la vista y de audición.
El personal de Southern New Hampshire Health enseñó a los padres cómo poner a dormir a sus bebés de manera segura. También hubo especialistas que ofrecieron información sobre nutrición, servicios de salud materna y mental, programas de becas, capacitación laboral, asesoría económica y lecciones rápidas sobre crianza de los hijos.
Zaira Tejada, originaria de El Salvador, cargaba a su hija de 8 meses mientras escuchaba una de esas lecciones. Un oficial de policía de Hudson le mostró cómo usar correctamente un asiento para el automóvil; era la primera vez que le enseñaban cómo hacerlo. Ella llegó a Estados Unidos hace seis meses y el pastor de su iglesia la invitó al baby shower.
United Way se acercó a organizaciones locales, como hospitales, iglesias o programas de vivienda de transición, para difundir la invitación.
“Es increíble conocer a otras madres Latinas en mi misma situación”, dijo Tejada.
Tejada comentó que el evento le pareció una oportunidad para hacer nuevos amigos, pero estaba más interesada en aprender cómo obtener un seguro médico ya que no puede solicitar Medicaid.

United Way también armó en el sótano de sus oficinas una boutique para bebés. De ella salían mujeres cargando pesadas bolsas de ropa. Algunas cobijas, gorros y suéteres fueron tejidos por la comunidad.
Pero las madres y los padres también podían elegir ropa para ellos. Tejada tenía los ojos puestos en un par de botas azules.
Alicia Tolentino, de Brasil, recibió una computadora portátil. Tiene dos hijas, de 5 y 9 años, y espera otro hijo. Ella dice que necesitaba una para inscribirse en los programas de ayuda de la ciuidad y tuvo dificultades para comprar una propia. Ella también consiguió un cochecito.
“Me siento bienvenida”, dijo.

Zaid Tuige vino en busca de recursos para su sobrino recién nacido. Él y su madre, Kelly Gibson, cuidan al bebé ya que el padre del niño lucha contra la falta de vivienda. Ella ha utilizado muchos recursos para criar a sus hijos en el pasado y se alegró de ver cuántos más hay disponibles ahora. Después de seleccionar los atuendos para el bebé, recogieron un ramo de flores moradas donadas por un supermercado.
“Eso es muy considerado, gracias”, dijo Tuige a los voluntarios.
Fitzgerald dice que el evento es un recordatorio de que las personas se sienten como en casa cuando la comunidad se une con amor y generosidad.
