Ariel Duque ha tenido la oportunidad de trabajar en muchas cosas, desde minería y psicicultura, a fotografía y comida rápida. Ha ido cambiando de profesión conforme su vida ha avanzado, algunas con éxito y otras con infortunios.
Hoy, a los 62 años, reflexiona y dice que el destino le tiene preparado algo para cada persona, sea bueno o malo.
Duque aprendió esto a los 20 cuando, en una época muy violenta en Colombia, asaltaron y mataron a su padre. ”Lo que es para uno aunque se quite y lo que no, aunque se ponga”, dice refiriéndose a un popular refrán acerca del destino.
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Llegó a Estados Unidos en el 2017 sin antes haberlo pensado. Su familia apostaba a que no podría hacerlo, pero una vez más, él creyó que los caminos misteriosos del destino le llevaron a una nueva oportunidad.
La pérdida de su padre y vivir en medio del conflicto con la guerrilla lo ha marcado. Él dice que su vida es una tarea espiritual para luchar contra la venganza y el rencor.
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