Escrito por Daniela Allee y Annie Ropeik, Traducción de María Silvia Aguirre
Defensores en New Hampshire dicen que tienen un sentimiento de alivio -- y de cauto optimismo -- luego de que el presidente Joe Biden firmó algunas órdenes ejecutivas relacionadas a inmigración y cambio climático el día miércoles 20 de enero.
Eva Castillo lidera la alianza entre inmigrantes y refugiados llamada New Hampshire 's Alliance for Immigrants and Refugees. Ella dice que está contenta de saber que una de las órdenes permita que el Congreso brinde estado de residencia permanente y abra camino a la residencia para los llamados Dreamers -- un grupo de alrededor de un millón de jóvenes que son indocumentados y fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños.
El ex- presidente Trump desafió la ley que protege a este grupo de ser deportados ante la corte.
Castillo dijo que hay alrededor de 400 Dreamers en New Hampshire.
“Tenemos Dreamers que han contribuido a nuestra sociedad por un largo tiempo sin tener ningún tipo de estado permanente y eso es increíble. Esto les dará a ellos algo de paz mental”, dijo Castillo en inglés.
Por los pasados cuatro años, Estados Unidos no se ha sentido como un hogar para Castillo, pero, ella dice que “ahora tenemos la oportunidad de retomar nuestro poder, nuestra presencia y de realmente sentirnos en casa”.
Biden también revocó la prohibición impuesta en el 2017 de viajar desde países africanos y musulmanes a Estados Unidos. Él también ordenó que el State Department retome el proceso de visas para personas de los países afectados.
Asma Elhuni, la directora de las políticas de movimiento para el Rights & Democracy New Hampshire y residente de Lebanon, dijo que ella es cercana a su familia extendida en Libia. Cuando su hermano se casó en el 2017, sus familiares no pudieron venir a Estados Unidos a celebrar.
En junio del 2018, las personas se reunieron para protestar en contra de la política de la administración de Trump que separaba familias en Estados Unidos y la frontera de México en el James C. Cleveland Federal Building en Concord.
Credit Daniela Allee / NHPR
Esto pasó porque Libia era una de los países con mayoría musulmana que se incluía en la prohibición.
“Tiene un impacto real. Estas no solo son políticas u órdenes ejecutivas que las personas escuchan. Realmente afectan la vida de las personas y no dejan que [familiares] se vean entre ellos” , dijo Elhuni en inglés.
Sheraz Rashid es el secretario del comité de fideicomisarios de la sociedad islámica de New Hampshire. Él dice que la mezquita con sede en Manchester es variada, con miembros de Sudán, Iraq y de ciertas partes de Siria -- países que estaban incluídos en la prohibición.
Muchos miembros de la comunidad, él contó, vienen de sitios donde “tener una mano firme contra su población es común”.
Él dijo que la prohibición de Trump creó un sentimiento de miedo y preocupación entre su comunidad, y afectó la confianza que las personas le tenían al gobierno y al sueño americano.
Sin embargo, las revocaciones de Biden, dijo Rashid, “traen un semblante de esperanza a esta administración de que algo como eso no será tolerado o pensado en los siguientes años”.
Para Elhuni, estas órdenes son un buen comienzo pero ella dice que sabe que las reformas de inmigración continuarán siendo una lucha, incluso con Biden como presidente.
“Simplemente deshaciendo las peores políticas de Trump no arreglan el problema, y tampoco arreglan las raíces de un sistema que causa daño para tantas personas en el país”, dijo ella.
Yolanda Huerta, co-fundadore de Rise Upper Valley, dijo que está contentx de ver un reconocimiento en las órdenes ejecutivas de Biden a los problemas de inmigración, justicia racial, recuperación de la pandemia, cambio climático y más.
“No podemos separar esto más", dijeron. "Necesitamos empezar a movernos y movernos en colectivo. Estas cosas nos afectan e impactan a todos”.
Huerta dijeron que especialmente aprecia que la nueva administración respalda a problemas tribales -- incluyendo la revisión del estado de ciertos monumentos nacionales que fueron recortados por el ex-presidente Trump, deteniendo el oleoducto Keystone XL y pausando toda la extracción de petróleo y gas en el Arctic National Wildlife Refuge.
Huerta dijeron que las voces nativas eran "cruciales para entender realmente las disparidades climáticas que se tienen actualmente en América".
"Las comunidades indígenas se han visto impactadas por el COVID en mayor tasa que los americanos blancos", dijeron Huerta. "Está destruyendo a las personas que están peleando batallas ambientales y están protegiendo a las vías de navegación y la calidad del suelo y del aire".
Al igual que otros defensores, Huerta dicen que las primeras órdenes ejecutivas de Biden son solo el comienzo de revocar las acciones de la era de Trump y de atacar a los problemas más profundos de la nación -- incluyendo otros problemas mencionados por Huerta como las protecciones al trabajo de obreros agrícolas y agricultura sostenible.
"Creo que es allí donde me imagino una celebración seguido de un enrollado de mangas", dijeron Huerta. "Nos dejaron un desastre completo frente a nosotros".
Otra de las órdenes ejecutivas del primer día, retoma los acuerdos entre Estados Unidos y los acuerdos climáticos de París, bajo los cuales los países han jurado reducir las emisiones de carbono y tratar de limitar el calentamiento global a 2 grados Celsius para mitades del siglo.
Tom Irwin, el director de la unidad de New Hampshire de Conservation Law Foundation, dijo que solamente París no será suficiente para prevenir el peor de los escenarios climáticos - pero, los pasos que tomó Biden el miércoles 20 de enero, muestran que él va en serio sobre hacer más como líder global.
"Estas órdenes ejecutivas enviaron una señal de que la administración de Biden está comprometida para una energía futura que no está casada con combustibles fósiles”, dijo él.
Biden también ha ordenado una evaluación de las políticas de la era de Trump que él piensa que pueden afectar al ambiente o a la salud pública, o las que no fueron apoyadas por la ciencia -- incluyendo estándares de economía de fósiles, regulaciones de metano, reglas de eficiencia energética y fórmulas gubernamentales para calcular el verdadero costo de las emisiones de carbón para comunidades.
"La desviación hacia la ciencia, la noción de que todos tienen su propia versión de los hechos, ha sido una barrera grande para políticas significativas sobre cambio climático y que protegen a comunidades de la contaminación del aire", dijo Irwin. "Es fantástico ver a esta administración enfocándose en la ciencia como base de sus políticas".
Pero, él dijo que este cambio a nivel federal no exime a los otros estados, como New Hampshire, de tomar sus propios pasos para combatir el cambio climático. La escala de la crisis, dijo él, demanda un acercamiento y esfuerzo en equipo, uno que el gobierno federal no puede alcanzar por sí solo.
