La escritora Annmarie Timmins del New Hampshire Bulletin estará reportando desde Eagle Pass, Texas, esta semana, en colaboración con NHPR, mientras sigue a los 15 soldados de la Guardia Nacional enviados por el gobernador Chris Sununu para ayudar con la patrulla fronteriza. Puedes encontrar su reportaje completo en New Hampshire Bulletin y en NHPR, tanto al aire como en línea. Este artículo fue traducido por Maria Aguirre.
El gobernador Chris Sununu invirtió casi $2.3 millones para abordar lo que él llama una crisis de inmigración ilegal en dos frentes: $1.4 millones para un equipo de trabajo de cumplimiento de leyjunto a la frontera de 58 millas con Canadá, y $850,000 paraenviar 15 guardias de la Guardia Nacional a Eagle Pass, Texas.
Mientras tanto, los legisladores Republicanos y candidatos están haciendo de la inmigración ilegal un tema principal en la Cámara y de sus campañas, muchas veces argumentando con información errónea y evidencia anecdótica no comprobada.
“Todo pueblo es un pueblo fronterizo”, es algo que se repite en estos argumentos.
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Esto está resonando con votantes del estado. El mes pasado, casi el 43% de encuestados le dijeron al centro de encuestas de la UNH que están “muy” o “algo” preocupados sobre los migrantes indocumentados que consumen los recursos estatales, cuestan dinero de contribuyentes, y cometen crímenes.
Pero, ¿estas preocupaciones están respaldadas por datos y hechos? Normalmente no, y en ciertos casos, los datos contradicen lo que dicen las afirmaciones sobre inmigración ilegal.
Verificar afirmaciones sobre inmigración es difícil
La frontera sur está a más de 2,000 millas de New Hampshire. Esta es la razón por la que los republicanos del estado están haciendo de la inmigración ilegal un tema principal en su campaña en el estado:
El mes pasado, el 43 por ciento de residentes de New Hampshire encuestados por el centro de encuestas de la Universidad de New Hampshire dijeron que están “muy” o “algo” preocupados sobre el problema en el estado. Esto aumentó a 83% cuando se les preguntó sobre la inmigración ilegal en Estados Unidos.
Mencionaron la toma de recursos de los ciudadanos americanos, el costo asumido por contribuyente de impuestos, y el crimen, como principales preocupaciones sobre personas que viven en el país de manera ilegal.
En primer lugar, Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU rastrea “encuentros”, no personas, y no toman en cuenta las personas encontradas más de una vez.
Luego, desde que empezó el mandato de Biden hasta marzo, esta agencia reportó 9.64 millones de encuentros a nivel nacional, con 8 millones en la frontera sur. Y, estos números incluyen personas que pueden obtener asilo.
Edward Alden, miembro senior del Consejo de Relaciones Exteriores, dijo en una rueda de prensa la semana pasada que del 70 a 80 % de solicitantes de asilo superan el primer obstáculo, que es persuadir a un agente de la patrulla fronteriza de que tiene un temor creíble a la muerte, la tortura o la persecución debido a su raza, religión o creencias. Casi el 40 % de estas personas suelen recibir asilo mediante la corte, dijo.
Estos es lo que sabemos de inmigrantes indocumentados en New Hampshire:
- Desde el 2000, han habido entre 10,000 y 15,000 inmigrantes indocumentadosviviendo en el estado, según el Pew Research Center. En 2021, representaron casi el 1.7 % de la fuerza laboral estatal, principalmente en entornos profesionales.
- No pueden obtener una licencia de conducir o una matrícula estatal (in-state tuition) en las universidades estatales.
- Ningún adulto o niño es elegible para Medicaid.
- Parece no haber datos que muestren con qué frecuencia los inmigrantes indocumentados reciben cargos criminales o son condenados. Si los datos nacionales son un indicador, el porcentaje es bajo.
El instituto CATO, una organización de investigación de políticas públicas, reportó en 2020 que los datos recolectados por el Departamento de Seguridad Pública de Texas mostraba que la tasa de condena criminal de personas indocumentadas en el estado estaba en un 45% por debajo del de los nacidos en los EE. UU. En febrero, el instituto publicó otro estudio que encontró que los inmigrantes indocumentados en Texas cometieron homicidio en tasas más bajas que los americanos nativos, 2.4 % en comparación al 2.8%.
Los americanos, no los migrantes, contrabandean fentanilo
Sununu citó el tráfico de humanos y terrorismo para reforzar la seguridad en la frontera sur. Las sobredosis de fentanilo lo llevaron a enviar soldados de la Guardia Nacional a Texas, dijo. En 2022, el fentanilo causó 224 de las 463 muertes por sobredosis del estado y contribuyó a muchas más.
“Puedes ver exactamente lo que viene desde la frontera sur y rastrear hasta . . . prácticamente todas las ciudades y pueblos”, le dijo a los legisladores en febrero, cuando pidió $850,000 para enviar tropas a Eagle Pass. “Es muy real. Es impactante, y está afectando a las familias hoy”.
El contrabando de drogas también ha creado un debate en la Cámara Estatal cuando los legisladores abordan proyectos que buscan reforzar las leyes de inmigración.
Lo que casi nunca se dice es que la mayoría de americanos, no los migrantes indocumentados, son los que contrabandean fentanilo en el país.
En 2022, datos de la Comisión de Sentencia de EE.UU. demostraron que los estadounidenses representaban casi el 90%de los condenados por traficar drogas de fentanilo.
El mismo año, 96% de las incautaciones de fentanilo se produjeron en los puertos oficiales de entrada, no a lo largo de las rutas migratorias entre los puntos de control, según reportes de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., analizados por el Washington Post. Y casi todas esas incautaciones — casi el 90% — se dieron en California y en Texas.
La contradicción entre los hechos y los puntos de conversación ha llevado a los Demócratas a considerar la hazaña de Sununu en Texas, y afirmaciones Republicanas sobre los inmigrantes indocumentados, como trucos políticos.
“Creo que es parte del expresidente Trump pidiéndole al Congreso no aprobar el proyecto bipartidista de inmigración porque es un problema con el que él quiere hacer campaña”, dijo la senadora Cindy Rosenwald, una Demócrata de Nashua que votó en contra de la solicitud de los $850,000 de Sununu.
La frontera “parece que se prolonga mucho incluso cuando crees que el tema no se trata de eso. Entonces, creo que todo es parte de alimentar el deseo del expresidente Trump de vencer al presidente Biden por esto”.
Otro año, otro proyecto santuario
Enviar soldados de la Guardia Nacional a la frontera de Texas no es la única respuesta del estado al aumento de migrantes indocumentados entrando al país.
Los republicanos del Senado y de la Cámara están apoyando un proyecto de ley que prohibiría a las comunidades de New Hampshire adoptar políticas de las llamadas “ciudades santuario” que prohíben a la policía cooperar con las agencias federales de inmigración.
Si la historia es un indicador, el proyecto, que se aprobó en el Senado bajo estrechas líneas partidistas en marzo, enfrentaría un desafío mayor en la Cámara, donde los Republicanos solo tienen una mayoría de siete puestos. Incluso en años donde los Republicanos controlaban ambas cámaras, los legisladores rechazaron casi una docena de proyectos similares desde 2006.
El proyecto 563 del Senado requeriría que la policía local haga su “mejor esfuerzo” para hacer cumplir la ley federal de inmigración. Los oponentes del proyecto incluyen no solo a la ACLU de New Hampshire y líderes de la iglesia, sino también a algunos jefes policiales que se preocupan de que este esfuerzo afecte las relaciones que tienen con comunidades inmigrantes.
El senador Bill Gannon, un republicano de Sandown y patrocinador del proyecto, lo ve diferente. Le dijo a un comité de la Cámara el miércoles que el proyecto es una herramienta necesaria de seguridad pública para identificar lo que llama “bad hombres” (hombres malos) que han cometido crímenes y están en este país de manera ilegal. Es una frase que el expresidente Donald Trump introdujo en un debate en 2016.
“Estoy seguro de que la mayoría (de los inmigrantes indocumentados) están buscando una vida mejor, al igual que todos nuestros abuelos y bisabuelos”, dijo. “Y están aquí para criar a sus familias y vivir el sueño americano. Desafortunadamente, no han sido [aprobados para estar en el país]”.
Gannon citó el arresto del año pasado en Rye de un hombre que había huído de Brasil, donde había sido condenado por múltiples asesinatos.
“Estaba trabajando en un equipo de pintura, almorzando con todos, yendo a restaurantes y conduciendo por mis pueblos”, dijo Gannon. “Si tienes pueblos individuales (que adoptan políticas de ciudad santuario), estás poniendo en riesgo a los demás pueblos”.
Gannon citó a Keene y a Lebanon como dos ciudades que han adoptado políticas que dicen que los oficiales de la policía local “no cooperarán con las autoridades federales”.
Esto no es completamente preciso.
Keene y Lebanon han adoptado políticas de bienvenida amplias, no políticas de “ciudades santuario”, dijeron los mánagers de la ciudad. Ninguna política prohíbe que la policía coopere con oficiales federales de inmigración en casos criminales.
“Nos han acusado de albergar terroristas, lo cual no es verdad”, dijo el mánager de la ciudad de Lebanon, Shaun Mulholland, un exjefe de la policía en Allenstown.“Si las personas son buscadas por terrorismo, lo cual es un crimen, ciertamente vamos a detenerlos, y vamos a entregarlos a autoridades federales”.
Lo que ninguna ciudad va a hacer es cooperar con oficiales federales de inmigración para reforzar las reglas de inmigración civil, incluyendo detener a alguien solo por su estado migratorio. Es una ofensa civil, — no un crimen — estar en el país sin los documentos, excepto cuando una persona está aquí después de ser deportada.
La política de Lebanon también prohíbe a sus oficiales de la policía de permitir que las autoridades federales de inmigración utilicen la estación para investigar casos civiles de inmigración. Mulholland, como los jefes de la policía que le escribieron a los senadores, dicen que los cuerpos policiales locales no tienen ninguna autoridad legal para implementar la ley federal de inmigración.
Mulholland dijo que lo habría explicado si hubiera escuchado a Gannon o cualquier otro senador decir que la ciudad está impidiendo la aplicación de las leyes federales de inmigración.
"Nunca preguntaron, '¿qué estás haciendo allí?'", dijo, "lo cual es muy, muy frustrante cuando hacen acusaciones de esta naturaleza".
